El consumo excesivo de cafeína puede tener efectos secundarios negativos en tu cuerpo como ansiedad, nervios, malestar gastrointestinal y problemas para dormir.
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¿Eres de las personas que al levantarse de la cama lo primero que hacen es tomarse su taza de café cargado del día, para así durar toda la jornada laboral? Y sienten que se les paso la mano con la cafeína y están temblando sin ninguna razón. La mejor solución es disminuir el consumo de cafeína para así evitar consecuencias negativas en tu salud.
Lo primero es entender que el café actúa directamente sobre el sistema nervioso debido a la sustancia activa principal que contiene: la cafeína, esta genera ese estado de alerta o de impulso de energía que lleva a estar más despierto. La cafeína actúa directamente sobre las neuronas y las estimula rápidamente, al suceder esto la glándula pituitaria comprende que esta reacción es porque se ha generado una emergencia en el cuerpo, por lo que se libera adrenalina (epinefrina) y bien sabemos que esta hormona es la encargada de la energía y el movimiento.
De acuerdo con cifras de diversos doctores de salud, consumir más de 400 mg de cafeína al día puede producir efectos negativos en el cuerpo. Incluso hay personas que son mucho más sensibles a los efectos del café que otras, por lo que el máximo permitido para muchas personas será menor. Para tener más clara esta cantidad, veamos que una taza de café puede contener entre 95 y 200 mg de cafeína, por lo que el máximo al día serían 2 tazas solamente, dependiendo de la persona esta cantidad será más baja.
Uno de los efectos derivados del consumo de cafeína y la ansiedad es que puedes sufrir un síndrome de abstinencia si has estado consumiendo de forma regular y, dejas de tomar de forma repentina. Algunos de los síntomas que puedes sufrir si dejas de tomar cafeína abruptamente son: Irritabilidad, vómitos, mareos, dolor de cabeza, dificultad e incapacidad para concentrarse, somnolencia.
Sabemos que el café de las mañanas se ha convertido en una rutina para todas las personas, pero disminuir el consumo de cafeína se puede lograr paso por paso y no es que dejes de tomar café por completo si no es el saber cómo llevar el control sin excederse.
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Trucos para disminuir tu consumo de cafeína y no dormirte en el intento
1. Cambiar los hábitos de consumo
El consumo recomendado de café es de menos de 3 tazas al día. Si acostumbras a tomar más de esta cantidad, debes comenzar a eliminar tazas a lo largo del día. Una opción viable sería eliminar en la primera semana el café a la hora de la cena, y quedarse únicamente con una taza para el desayuno y otra a media tarde. De esta manera se podrá eliminar poco a poco la dependencia.
2. Sustituir el café de las mañanas por otras bebidas
Existen varias alternativas que pueden aportar energía por las mañanas. Por ejemplo, los jugos verdes que combinan frutas y vegetales y los licuados que aportan energía y nutrientes al cuerpo.
3. Busca nuevas formas de energía
Es normal que a medio día o por las tardes empieces a sentir el bajón de energía. Pero no te preocupes porque hay formas de evitarlo o al menos suavizarlo. Puedes hacer ejercicio, meditar e incluso hacer yoga. Estas actividades te darán la energía que necesitas para terminar el día.
4. Comer mejor
Aumentar la cantidad de verduras y legumbres, que aportan energía de combustión lenta y al mismo tiempo son saciantes, puede compensar la bajada de ánimos. El azúcar no es una buena idea, porque puede producir bajadas repentinas de glucosa, agravando los síntomas.
5. Dormir las horas suficientes
Una de las razones por las que se bebe café es la de despejar la cabeza y dejar de tener sueño nada más levantarte de la cama. Tomas café porque tienes sueño y cuando llega la noche no puedes dormir porque has bebido demasiado café. Descansar las horas necesarias es una recomendación obligatoria, o al menos reducir su consumo. Si te levantas de la cama y te notas enérgico será más fácil que puedas prescindir del café.
Lo importante es siempre llevar una dieta equilibrada y conocer hasta qué punto puede afectar en nuestro estado físico y emocional la cafeína.