Es una realidad bastante común que las personas mayores presentan un incremento de sensibilidad ante un cambio de temperatura, incluso cuando es muy poco perceptible. El aumento de frío es un síntoma que se presenta dentro de los primeros años de la vida de un adulto mayor y puede llegar a incrementarse con el paso del tiempo.
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Aunque existen casos en los que los adultos no suelen presentar molestias de frío, según un estudio realizado por investigadores de las universidades de Yale y California-San Francisco (UCSF) todo se debe a un cambio dentro de las células del cuerpo.
Las células inmunitarias son aquellas que trabajan ayudando a defender al cuerpo de cualquier enfermedad o padecimiento que se presente, sin embargo conforme la gente va creciendo dichas células comienzan a fallar, lo que le dificulta al cuerpo cumplir con su principal tarea.
Es por esta razón que los adultos mayores pueden comenzar a presentar mayor sensibilidad al frío ya que su cuerpo ya no puede regular la temperatura de manera correcta como antes.
Otra de las principales afecciones que presentan las personas adultas al envejecer debido a la falla de las células inmunitarias son problemas dentro de su metabolismo que en algunas ocasiones evolucionan en dolencias crónicas dentro de los huesos y coyunturas del cuerpo tales como las rodillas o muñecas.
El trabajo fue publicado este 1º de septiembre en la revista científica Cell Metabolism, en él los expertos explican con claridad que la grasa de las células inmunes en el cuerpo humano está diseñada para proteger el organismo de las bajas temperaturas, sin embargo con el avance de la edad, las personas se vuelven más susceptibles a contraer resfriados, inflamaciones y enfermedades metabólicas.
Dixit y Emily Goldberg fueron parte de la investigación que comenzó en roedores, así pudieron analizar a detalle las células y el tejido graso que las cubre para tener una mejor comprensión del proceso que pasan al deteriorarse, pues el tejido graso alberga células del sistema inmunológico, las cuales parecen casi desaparecer con la edad, dejando el organismo expuesto.
Después de varios meses dentro del laboratorio realizando estudios para comprender de una mejor manera el comportamiento de las células se llegó a la conclusión que con el aumento de la edad el cuerpo va disminuyendo su capacidad de reacción ante los estímulos externos generando así problemas tan simples como la regulación de temperatura.
Tristemente no se encontró una cura para este padecimiento, las recomendaciones por los expertos es cuidar de la salud desde una temprana edad para evitar se propensos a enfermedades cardiovasculares en un futuro, así al llegar a la edad adulta se podrán evitar las afecciones mortales.