Tener una Birkin Bag es El Sueño hecho realidad para todas las amantes de la moda, pues es uno de los bolsos más icónicos que marcaron la historia y que no todas las personas pueden comprar, pues tener estas bolsas de Hermès va más allá de tener el dinero necesario para comprarlas: se trata de estatus.
El incidente que dio vida a las bolsas Hermès
“Cómo quisiera tener una bolsa en la que cupiera todo”, algo así imagino que fue la conversación entre la cantante Jane Birkin y Jean-Louis Dumas, exdirector creativo de la casa de modas francesa Hermès, en un vuelo de París a Francia en 1984 que cambiaría para siempre la historia de las bolsas.
En ese viaje, según cuentan, a la también actriz —que en ese momento tenía que cargar con todo lo de su pequeña hija pequeña, que apenas tenía un par de años—, se le cayeron todas las cosas que llevaba en una canasta en pleno aeropuerto.
Ante esto, expresó su disgusto por no tener un bolso donde pudiera meter todo lo que una mamá necesita llevar para sus hijos y facilitarles el transportarse, razón por la que usaba un cesto. Jean-Louis Damas le recomendó usar algo con más bolsas en vez de su canasta; Jane Birkin solo atinó a decir que el día que Hermès sacara su bolsa ideal, la dejaría.

Hermès lanzó sus primeras bolsas Birkin
Ese mismo año Hermès lanzó la primera bolsa con el nombre de Birkin: un bolso negro grande, espacioso, de 35 centímetros de ancho y 40 centímetros de altura, hecho de cuero con un cierre de candado y dos asas para poder cargarla. El precio de ese modelo era de tan solo 2 mil dólares, lo cual lo hacía accesible para todos.
Pero pronto cambiaría su accesibilidad y sus precios, porque aunque al principio nadie “pelaba” estas bolsas, a finales de 1990 apareció algo en la televisión que muchos amamos y que cambió por completo la forma de ver la independencia de las mujeres tanto sexual, económica y emocionalmente: Sex in the City.
La famosa serie que nos hizo llorar, reír y empoderarnos, no solo nos dio una cátedra de cómo las mujeres a principios de los 2000 teníamos muchísimas oportunidades iguales a los hombres, también se posicionó como un referente de la moda con todos sus personajes: Carrie Bradshaw, Miranda Hobbes, Charlotte York y Samantha Jones, siendo esta última la pieza clave para que la popularidad de las bolsas Birkin se disparara, de acuerdo con Britannica.

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No todos pueden tener una Birkin bag
A pesar de que Hermès diseñó este modelo respondiendo a las necesidades de Jane Birkin, que eran las de una madre en busca de algo para poder cargar con todo lo necesario para su bebé, y que buscaba ayudar a eso, pronto se convirtió en un objeto de estatus económico y social.
Hermès, al ser una casa de moda de lujo, no podía (¿o no quiere?) permitirse que cualquier persona acceda a comprar sus productos, y esto va más allá de si tienes o no el poder adquisitivo de comprarlos. Como una estrategia para mantenerse “exclusiva”, la marca hace filas de espera para que las personas puedan comprar, además no puedes solo llegar a pedir la Birkin Bag, antes tienes que hacer un “historial” dentro de la marca con otros productos hasta que por fin puedas acceder a esta.

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Los tipos de bolsas Birkin que existen
En 1984 solo se centraron en la bolsa pensada especialmente para Jane. Con el paso del tiempo la marca evolucionó y sacaron diferentes versiones en tamaños estándar o colecciones únicas que se realizan de manera individual, no en masa:
- Tamaños: 25, 30, 35 y 40 centímetros.
- Materiales: cuero de vaca, becerro, cocodrilo, caimán, lagarto, avestruz; Epsom, Fjord.
- Herraje: chapado en oro de 18 quilates, oro blanco, rosa, cepillado, negros mate, rutenio o guilloché.
Ediciones limitadas o hechas bajo pedido, también forman parte de las bolsas Birkin, que ahora tienen precios de entre 20 mil a 100 mil dólares, dependiendo el material del que están hechas y más características.
Gracias a Samantha Jones vimos que una bolsa puede decir mucho de quién la usa, pero también deja al descubierto cómo la industria de la moda es elitista y que algunos productos son solo símbolos de estatus que no hacen falta para estar a la moda.