HIJOS

Sacrificar todo por tus hijos no te hace mejor mamá y este es el motivo

A veces la presión de educar, orientar y guiar a un hijo podría resultar agobiante, sin embargo debes aprender que sacrificar todo por los hijos no es lo que define a una madre

Sacrificar todo por tus hijos no te hace mejor mamá y este es el motivo.Sacrificar todo por los hijos no te hace buena madre
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Ser mamá te cambia la vida. Cada acción, formas de ser y pensar son ejemplos vitales para la formación de tus hijos. Se cree que una buena madre debe ponerse a disposición de su familia dejando a un lado sus aspiraciones incluso perdiendo la salud, sin embargo, ese no es motivo valido para evaluar a una madre, te explicamos los motivos. 


Se piensa que sacrificar todo por tus hijos te hace la mejor mamá y por el contrario solo podrías quedarte sola. El miedo a la soledad lleva a muchas mujeres a utilizar el chantaje o la culpa para mantener a sus hijos cerca y eso solo atrae problemas emocionales que podrían fragmentar a la familia. 


El sentimiento de sacrificio no es sano en una relación madre e hijos


Aunque la sociedad celebra a una madre abnegada y dedicada, olvidan que dedicarse todo el tiempo a ellos podría significar el deterioro de su salud física y emocional. Es por ello que el sacrificio no es la única forma de crianza y mucho menos la mejor. La razón es que se genera una sensación de codependencia hacia los hijos y por el contrario ellos generan un sentimiento de culpa frente a la idea de salir de casa a buscar su propia vida. 


Los hijos crecerán y tendrán que alejarse para establecerse y formar su propia vida, es entonces cuando se reciente el no haber trabajado por tus propias aspiraciones. Procurar tus hábitos, terminar una carrera, tener un empleo, cuidar tu alimentación, darte un tiempo en el gimnasio, visitar al médico con regularidad no quiere decir que le estés restando tiempo de cuidado a tu familia.

Recuerda es importante estar bien contigo misma para cuidar de alguien más


De vez en cuando apoyarte de quienes te rodean para realizarte en todos los aspectos y fomentar una crianza saludable no está mal. Es mejor criar para aprender a hacer las cosas que criar esperando solo recibir todo listo. Se trata de criar niños felices y adultos responsables, independientes y útiles a la sociedad. Recuerda que no siempre estarás ahí para ellos y ellos tendrán que salir de casa a hacer su propia vida.  


El mejor reconocimiento a una madre son las acciones de sus hijos


En repetidas ocasiones preferimos la evaluación de personas que desconocen el motivo de nuestras decisiones antes que escuchar a nuestros hijos y esa no es la receta de la felicidad. Son ellos quienes vivirán con las decisiones de crianza y enseñanza de su mamá, en sus acciones se reflejará la educación que se les impartió. 


Un hijo que regresa a casa por amor a cuidar de su madre, sin necesidad de chantajes o sentimientos de culpa es el mejor ejemplo que su mamá hizo un buen trabajo. Aquel hijo que se convierte en un hombre o mujer de bien, trabajador y que forma una familia sana también es síntoma de una buena crianza, recuerda que el tiempo recompensa.


No te juzgues tanto


Nadie nace aprendiendo a ser madre, se aprende conforme la marcha. Puede ser reconciliador reflexionar sobre aquellas decisiones buenas y malas y reformular la crianza a partir de lo aprendido. Criar con amor, responsabilidad y sin dejar tus planes aún lado; la llegada de un hijo podría cambiar todos los aspectos de tu vida, lo importante es equilibrar tu vida personal y profesional con tu deber como mamá, no se trata solo sacrificar por complacer la opinión pública, probablemente se harán algunos sacrificios, pero siempre con un propósito sin descuidarte.

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