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Salud mental materna ¿padezco algún transtorno si estoy triste?

Muchas mujeres sufren en silencio esta enfermedad que puede manifestarse en dos momentos durante el embarazo.

Fuente: pixabay.com
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Ser madre, para muchas mujeres, es un deseo que muchas tienen inclusive desde que son niñas. Sin embargo, enfrentarse a la maternidad es algo para lo que no nos preparan. La mayoría de las mujeres se enfrentan a un cambio drástico de su cuerpo, de sus hábitos y de su espacio. 

Estos cambios muchas veces impactan en el estado emocional de la mamá, sin embargo al estar preocupada también por el desarrollo de su bebé muchas veces no se permiten identificar lo que le está pasando con tus sentimientos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 10% de las mujeres embarazadas y cerca del 13% de las nuevas mamás experimentaran algún desorden mental. La depresión perinatal es aquella que ocurre durante o después del embarazo. En casos excepcionales, los síntomas son suficientemente graves para poner en peligro la salud de la madre y del bebé.

La depresión perinatal puede manifestarse en dos momentos durante el embarazo (depresión prenatal) o después de que nace el bebé (depresión postparto). Es muy importante aclarar que muchas mujeres siente culpa por sentir estos sentimientos por ello sufren en silencio. 

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la depresión perinatal?

Según la OMS, la depresión postparto afecta una de cada seis mujeres que dan a luz. Enfrentarte a la maternidad puede suscitar preocupación, cansancio y tristeza. Normalmente estos sentimientos no duran mucho, pero si persisten pueden indicar que se está sufriendo depresión.

La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas. Los síntomas de depresión postparto también incluyen: sentimiento de agobio, llanto persistente sin razón aparente, falta de lazos de afecto con el bebé, e incluso, dudas sobre la propia capacidad de cuidar de una misma y del bebé.

Cabe destacar que los síntomas son diferentes por lo que pueden incluir también sentimientos de enojo, ansiedad, miedo y/o culpa, falta de interés en el bebé, cambios en el apetito y trastornos del sueño, perdida de entusiasmo por la vida, entre otros. 

Si identificaste estos síntomas en ti, en alguna amiga o pariente es importante buscar la ayuda de un experto. No te automediques.