Cuando hablamos de moda podemos pensar en muchas cosas, como en combinaciones de colores, texturas, cortes; cómo tener estilo al vestir, tendencias como el minimalismo, lo aesthetic, formal streetwear, entre otras. Sin embargo, también habría que pensar en la economía mundial y cómo todo lo que vemos en nuestra ropa, accesorios y maquillaje puede ser un indicador de economía y otros periodos, pero ¿cómo funciona esto?

En la economía existen muchos indicadores (o estadísticas) que se usan para hablar del comportamiento que se está teniendo en determinado momento histórico (ya sea en el momento actual o pasado), mismos que sirven para plantear cómo será el futuro y tomar diferentes decisiones para hacerles frente, de acuerdo con Wortev Capital.

¿Y entonces cómo es que la moda es un indicador de la economía?

Tal vez parece algo disparatado, pero no es así porque la moda siempre ha sido el reflejo del momento que estamos viviendo a nivel social, político, económico y hasta religioso, por ejemplo, piensa en que las mujeres no usaban pantalones antes del siglo XIX y que, incluso, les fue prohibido por ser un “símbolo de masculinidad”, obligándolas así a vestir solo con faldas o corsé, una prenda que era reflejo de la opresión.

Fue hasta 1890 que ellas comenzaron a usar pantalones, ¿por qué? Fue durante estos años que la lucha feminista comenzó a tener un mayor apogeo, hablando así de cómo el uso de una prenda estaba reflejando el contexto social de entonces.

En cuestión de economía pasa lo mismo, incluso hay diferentes indicadores que han mostrado cómo toda la ropa que usamos está hablando del momento socieconómico que se está atravesando, siendo el más conocido el largo de la falda que, según algunos expertos, indica recesión económica y otras crisis.

Hemlin, el indicador del largo de las faldas en la economía
Créditos: Assignem Help

La moda como indicador de la economía, la recesión y crisis

El largo de las faldas (índice de dobladillo)

El largo de las faldas habla sobre el momento actual de la economía, según George Taylor, quien en 1926 presentó el índice de dobladillo (Hemline), una teoría donde se plantea que las personas usan faldas más cortas cuando la economía se encuentra estable, mientras que se usan más largas cuando hay crisis, como se menciona en el artículo Hemline Index: the relationship between fashion and economy.

Esto porque cuando hay estabilidad las personas sienten más confianza de mostrarse y, a la vez, tienen posibilidades de comprar medias y otros accesorios y así usar faldas cortas; mientras que en momentos de crisis no hay dinero para gastar en este tipo de cosas y se opta por faldas largas que no requieran más.

Índice de los tacones altos

Algo similar a las faldas ocurre con el tamaño de los tacones. Existe un índice que plantea que cuando hay crisis económica las zapatillas son más altas para “evadir” que no hay mucha estabilidad con el dinero, pero cuando hay buena economía los zapatos están más pegados al piso.

Minimalismo

También, se ha destacado el uso del estilo minimalista cuando hay recesión u otras crisis económicas, donde los colores vívidos y lo “experimental” pasa de lado para priorizar la funcionalidad de las prendas que usamos así como los colores neutros y accesorios simples, en donde “menos es más”, con el objetivo de gastar menos en la ropa que usamos.

Indicadores de economía en la moda
Créditos: AdAge.

Bolsas grandes

En años pasados vimos que las bolsas pequeñitas, donde con trabajos cabía tu celular, se pusieron de moda; sin embargo, cuando hay un clima económico bastante movido, lo más común es ver bolsas grandes, destacando la funcionalidad.

El maquillaje y productos del cabello como indicador de economía

El tema de la moda no solo trata de la ropa que llevamos puesta, sino también de los productos de maquillaje, tendencias de cabello y más que vemos. Por ejemplo, el clean look comenzó a ganar popularidad al mismo tiempo en el que las políticas de Donald Trump comenzaron a sacudir el mundo a finales de 2024 y principios de 2025.

Muchas artistas y otras personas comenzaron a dejar de usar maquillaje cargado o colorido (como hace unos años donde el contour y sombras eran protagonistas), para pasar a algo más natural en donde se prioriza, incluso, el skincare para un mejor cuidado de la piel y evitar usar más cosas.

En suma a esto, el color de cabello en tendencia comenzó a dejar de lado los colores pastel o llamativos, para dar paso a los naturales (como el castaño o negro), que son tonos de bajo mantenimiento que no requieren de una gran inversión de dinero, contrario al rubio, por ejemplo.

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Estos indicadores económicos solo son eso: índices que buscan explicar la economía a través de otros factores como la moda, productos de belleza, gansitos o hamburguesas (cada quien podría tener el suyo); sin embargo, algunos expertos consideran que es “mera coincidencia” y que las tendencias de moda no representan, necesariamente, una mala economía, pues puede ser el resultado de otras cosas, como la hiperproductividad y el nacimiento acelerado de microtendencias que crecen por las redes sociales.

Escritora que busca acompañar con sus palabras a las personas y darles un lugar seguro; creadora de contenido para un estilo de vida digno.