Un estudio realizado por estudiantes de la Universidad Tecnológica de Sídney, reveló que el impacto de una dieta saludable mediterránea puede ayudar a mejorar no solo a llevar una alimentación más balanceada, sino a los síntomas de depresión entre hombres jóvenes (18 a 25 años).
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“Nos sorprendió lo dispuestos que estaban los jóvenes a seguir una nueva dieta. Los asignados a la dieta mediterránea fueron capaces de cambiar significativamente sus dietas originales, bajo la guía de un nutricionista, en un corto período de tiempo.”, reveló Jessica Beyes, la investigadora principal de este estudio.
Además, comentó que los psicólogos y los nutricionistas deberían trabajar de la mano para elaborar dietas saludables y balanceadas para trabajar en los tratamientos de la depresión química.
El estudio contribuye al campo emergente de la psiquiatría nutricional, que busca comprobar el efecto que ciertos alimentos tienen sobre el humor y las emociones humanas.
“Alrededor del 90% de la serotonina, una sustancia química que nos ayuda a sentirnos felices, es producida en nuestro intestino por nuestros microbios intestinales. Cada vez hay más pruebas de que estos microbios pueden comunicarse con el cerebro a través del nervio vago, en lo que se llama el eje intestino-cerebro.”, aseguró Beyes.
¿Qué alimentos debo de ingerir para los microbios intestinales puedan ayudar a combatir mi depresión?
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Jessica Beyes agregó que para que los microbios sean beneficiosos, las personas deben de ingerir fibra, que puede ser encontrada en legumbres, frutas y verduras, con las que significativamente podría ayudar a combatir los síntomas de una depresión.
Finalmente, la investigadora Jessica reveló que aproximadamente el 30% de los pacientes deprimidos no responden adecuadamente a los tratamientos para el trastorno depresivo mayor como los medicamentos antidepresivos o las terapias cognitivas - conductuales.
“Casi todos nuestros participantes siguieron el programa, y muchos se mostraron dispuestos a continuar con la dieta una vez finalizado el estudio, lo que demuestra lo eficaz, tolerable y provechosa que les pareció la intervención.” finalizó la investigadora.