En la mayoría de los casos, al hablar de cuidado personal, es común priorizar la atención en la cara, dejando de lado otras zonas igual de visibles y expuestas. Por ejemplo, la piel del cuello y el escote, que también necesitan una rutina de cuidados para mantenerse en sintonía con el rostro y lucir radiante.
Por si aún lo dudabas, estas partes del cuerpo suelen ser de las primeras en mostrar signos de envejecimiento. Pero, áreas como el cuello van mucho más allá. Pues, seguro lo habrás escuchado, esta zona del cuerpo suele delatar complicaciones que se puedan estar presentando con la salud. Por lo que mantener un cuidado de cerca y adoptar buenos hábitos puede marcar una gran diferencia.
Cuida tu cuello y escote de esta manera
1. Extiende tu rutina facial al cuello y escote
Todo lo que aplicas en tu rostro también puede beneficiar a estas zonas. Limpiar, hidratar y nutrir el cuello y el escote con la misma atención y tipo de productos que usas en tu rutina facial ayuda a prevenir los signos del envejecimiento y mantener la piel radiantemente uniforme.
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2. Protección solar diaria (SPF 50)
El uso de protector solar no debe limitarse a la cara. La piel del cuello y el escote también está constantemente expuesta al sol, lo que incrementa el riesgo de manchas y arrugas. Aplica un protector de amplio espectro con SPF 50 cada mañana, incluso en días nublados. Considera esto como una rutina y aplica cada cuatro horas, durante tus actividades del día.
3. Incorpora activos clave
Ingredientes como la vitamina C, el ácido hialurónico y el retinol aportan beneficios en estas áreas. Ayudan a mejorar la textura, aumentar la firmeza y mantener una apariencia joven, pues refuerzan la piel con nutrientes esenciales.
4. Comienza los cuidados desde edades tempranas
No hay que esperar a ver los primeros signos de la edad para actuar. Iniciar una rutina de cuidados desde los 20 o 30 años puede prevenir alteraciones futuras y conservar la salud de la piel por más tiempo.
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5. Considera masajes y tratamientos específicos
Masajear suavemente la zona con movimientos ascendentes mejora la circulación y tonifica los tejidos. También puedes consultar a un dermatólogo sobre tratamientos complementarios y de mayor especialización como hidrataciones profundas, que propician a tener resultados más visibles.
¿Cómo saber si mi piel está deshidratada?
La piel deshidratada no solo se siente aspera, también puede verse opaca, presentar descamación y tener líneas de expresión muy marcadas, casi agritada. Si notas estos signos, refuerza tu rutina con productos hidratantes.
Asegúrate de tener la hidratación y el lavado de estas zonas, al menos dos veces al día, ¡serán tus mejores aliados! Y si tienes dudas sobre los productos y cuidados adecuados, no dudes en consultar a un especialista de la piel.