¿Has notado que tu hijo suele confundir las "b" y "d"?, ¿le cuesta trabajo concentrarse y entender una lectura?, presta atención a esto, ya que podría tratarse de dislexia.
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En ocasiones los padres suelen minimizar este tipo de manifestaciones; sin embargo, el que un niño o una niña no distinga con total certeza entre una letra y otra, o que se le dificulte entender el texto que recién ha leído, podría ser algo relacionado con dicha condición.
A continuación te explicamos qué es la dislexia, qué la causa, cómo se manifiesta y qué puedes hacer para atenderla y evitar que este problema repercuta en su vida adulta.
¿Qué es la dislexia y cuáles son sus síntomas?
La Asociación Internacional de Dislexia (IDA, por sus siglas en inglés), la define como una dificultad propia del aprendizaje, de origen neurológico, la cual se distingue por una serie de problemas al momento de reconocer palabras o letras, así como al realizar una decodificación o deletreo.
La Federación Mundial de Neorología describe la dislexia como un problema caracterizado por un déficit en el aprendizaje de la capacidad lectora, la cual surge pese a que los niños son educados de forma normal y que presentan habilidades aparentemente normales.
Desde 1992 la Organización Mundial de la Salud (OMS) integró esta afección en su lista de trastornos específicos del desarrollo de las habilidades escolares, por lo cual adoptó el término "trastorno específico de la lectura".
De acuerdo con Clínica Mayo la principal causa de la dislexia es una cuestión hereditaria, ya que estudios apunta a que ciertos genes afectan la forma en la que el cerebro procesa la habilidad lectora y del lenguaje.
Antecedentes familiares de este trastorno del aprendizaje u otros relacionados, así como un nacimiento prematuro, exposición a sustancias dañinas como la nicotina durante el embarazo, son algunos de los factores de riesgo que podrían dar paso a este problema neurobiológico.
Los síntomas que una persona con dislexia puede manifestar y a los cuales hay que poner atención son:
Antes de ingresar a la escuela:
- Tardar más tiempo del normal para hablar.
- Invertir los sonidos de palabras o confundirlas al momento de hablar.
- Dificultad para recordar o decir el nombre de un objeto, letras o colores.
- Problemas para aprender canciones infantiles.
Durante la edad escolar:
- Dificultad para comprender una lectura.
- Problemas para procesar lo que escucha.
- Dificultad para recordar secuencias de número, letras o patrones.
- Complicaciones al momento de deletrear.
- Una demora más prolongada cuando se lee y se escribe.
En la etapa adulta:
- Dificultad para leer en voz alta.
- Escritura y lectura más lenta de lo normal.
- Mala pronunciación de nombres, objetos y letras en general.
- Dificultad para recordar palabras.
- Problemas para entender bromas o frases coloquiales.
- Dificultad al momento de resumir y contar historias o relatos.
- Complicaciones para aprender un nuevo idioma y resolver problemas matemáticos.
¿Se puede tratar la dislexia?
Si este trastorno del aprendizaje se detecta a tiempo puede ser tratado con éxito, por lo que el especialista buscara rehabilitar las capacidades cognitivas afectadas.
Esto puede ser mediante técnicas de audición como lecturas en voz alta o escuchar lesiones grabadas de cierta materia. Trazar con un dedo la forma de determinada letra o número, o bien sesiones de lectura grupal, entre otras.
Para que tú o tu hijo reciban el mejor tratamiento para atender su dislexia, lo recomendable es que acudan con un médico para que les indique si requieren a un psicólogo u otro terapeuta que los auxilie con esta condición y así puedan llevar una mejor calidad de vida.