¿Has estado a punto de dormir y, por alguna extraña razón, una preocupación o pensamiento llega a tu mente e interrumpe tu sueño? Seguro te ha sucedido más de una vez; de ser así es que has estado bajo los efectos de la rumiación.
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Es muy común que ya recostados nos invadan situaciones que nos alteran y angustian, desde una deuda económica y haber olvidado hacer tal actividad, hasta extrañar a un ser querido que se ha ido o lo que sucederá ante la actual pandemia, entre muchos otros pensamientos que llegan de súbito, justo cuando estás por dormir.
A continuación te explicaremos de qué va esta condición, qué la causa, cómo afecta a tu calidad de vida y si es posible hacer algo para evitar estos episodios de insomnio y preocupación.
Rumiación, cuando las preocupaciones te quitan el sueño
Tener pensamientos negativos o angustiantes durante la noche, en el momento preciso en que estás por dormir, es algo que ocurre con frecuencia, ya que si algo distingue la etapa adulta son los problemas de diferentes ámbitos, mismos que no tardan en afectarnos a nivel psicológico, emocional y fisiológico y que tiene que ver con la rumiación.
De acuerdo con un articulo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, la rumiación se define como un fenómeno clínico que se caracteriza por una serie de ideas recurrentes, repetitivas, intensivas, pasivas e indeseadas acerca de ciertas situaciones, hechos o personas, que suelen ser negativas y que regularmente remiten a acontecimientos pasados o supuestos sobre lo que podría suceder en un futuro.
Al tener esté tipo de pensamientos, se registra una intensa actividad cognitiva y fisiológica hacia las últimas horas del día, lo cual deriva en una obstaculización del sueño, dando paso al insomnio.
Si bien algunos estudios han sugerido que esta condición es un mecanismo para que la persona resuelva determinado problema, lo cierto es que no en todos los casos se tiene dicha resultado, quedándose únicamente en la alteración del sueño e incluso desatando más dudas y preocupación sobre un hecho.
Las causas que dan paso a la rumiación son variadas, incluyendo las siguientes:
- Buscar la perfección al momento de actuar, ya que les angustia la idea de errar o no hallar la solución adecuada a sus problemas.
- Tener ansiedad o depresión generalizada, pues ante la sensación de incertidumbre y miedo, dicha condición se hace más intensa.
- Padecer algún trastorno obsesivo compulsivo o estrés postraumático.
- Estimulación física o mental poco tiempo antes de dormir, como pueden ser ver una película perturbadora, leer una obra compleja, realizar una actividad extenuante antes de conciliar el sueño, una discusión, entre otras situaciones.
- Según los investigadores de la casa de estudios, el género también predispone más a que las mujeres desarrollen esta condición.
- Uso constante de dispositivos móviles antes de dormir, ya que la luz emitida altera el proceso del sueño.
- Dormir en un sitio ajeno o distinto al que se acostumbra.
- Tener asuntos sin resolver (postergar).
Entre los efectos o consecuencias que surgen de la rumiación destacan los siguientes:
- Mala calidad del sueño, tras haber dormido poco o con interrupciones durante la noche.
- Aceleración del ritmo cardiaco y agitación.
- Despertarse muy temprano, sin razón aparente.
- Dificultad constante para conciliar el sueño.
- Sensación de temor ante la posibilidad de interrumpir su sueño o quedarse despiertos durante mucho tiempo.
Así puedes evitar el insomnio derivado de la rumiación
Sabemos que las preocupaciones no se irán con solo dejar de pensar en ellas. Sin embargo, existen algunas actividades que puedes realizar para evitar que la rumiación se haga presente, o para que al menos puedas conciliar el sueño y sea de mejor calidad, de acuerdo con Joaquín Mateu Mollá, doctor en Psicología Clínica por la Universidad Internacional de Valencia.
- No revises tu smartphone u otro dispositivo, por lo menos una hora antes de irte a dormir.
- Toma una ducha caliente previa a tu sueño.
- Procura no realizar ejercicio físico que demande tanto esfuerzo a altas horas de la noche.
- No cenes pesado.
- Trata de mantener una rutina de sueño, es decir, busca dormirte a una misma hora.
Recuerda que si tu sueño se ve afectado, las actividades que realices al fía siguiente, así como tu estado de ánimo y ciertas necesidades fisiológicas como comer se podrían ser afectadas seriamente.
Es por esto que debes tratar de despejar tu mente antes de dormir, ocuparte de resolver tus pendientes durante el día y llevar a cabo ciertas rutinas nocturnas que te permitan tener un buen sueño, evitando así la rumiación.