Los Salmos son una fuente de consuelo, guía y aliento espiritual dentro de la Biblia, y su lectura en la versión Reina Valera ha sido especialmente significativa para millones de creyentes. Aquí te compartimos cinco salmos poderosos para descubrir cómo sus mensajes siguen tocando corazones y fortaleciendo la fe en los momentos más importantes de la vida.
¿Qué dicen los salmos 121, 91, 27, 23 y 35 reina Valera?
Salmo 121
Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal;
Él guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.

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Salmo 91
El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
Él te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.
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Salmo 27
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
R/. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo.
R/. Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme.
Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro.
R/. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.
Salmo 23
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Salmo 35
Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden;
Pelea contra los que me combaten.
Echa mano al escudo y al pavés,
Y levántate en mi ayuda.
Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores;
Di a mi alma: Yo soy tu salvación.
Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan.
Sean como el tamo delante del viento,
Y el ángel de Jehová los acose.
Sea su camino tenebroso y resbaladizo,
Y el ángel de Jehová los persiga.
Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;
Sin causa cavaron hoyo para mi alma.
Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa,
Y la red que él escondió lo prenda;
Con quebrantamiento caiga en ella.
Entonces mi alma se alegrará en Jehová;
Se regocijará en su salvación.
Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú,
Que libras al afligido del más fuerte que él,
Y al pobre y menesteroso del que le despoja?
Se levantan testigos malvados;
De lo que no sé me preguntan;
Me devuelven mal por bien,
Para afligir a mi alma.
Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio;
Afligí con ayuno mi alma,
Y mi oración se volvía a mi seno.
Como por mi compañero, como por mi hermano andaba;
Como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.
Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron;
Se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía;
Me despedazaban sin descanso;
Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes,
Crujieron contra mí sus dientes.
Señor, ¿hasta cuándo verás esto?
Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.
Te confesaré en grande congregación;
Te alabaré entre numeroso pueblo.
No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,
Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
Porque no hablan paz;
Y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.
Ensancharon contra mí su boca;
Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
Tú lo has visto, oh Jehová; no calles;
Señor, no te alejes de mí.
Muévete y despierta para hacerme justicia,
Dios mío y Señor mío, para defender mi causa.
Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío,
Y no se alegren de mí.
No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra!
No digan: ¡Le hemos devorado!
Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.
Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,
Y digan siempre: Sea exaltado Jehová,
Que ama la paz de su siervo.
Y mi lengua hablará de tu justicia
Y de tu alabanza todo el día.
¿Qué es la Reina-Valera en la Biblia?
La Reina Valera es una de las traducciones más conocidas y utilizadas de la Biblia en español, especialmente dentro del ámbito protestante y evangélico. Su nombre proviene de los dos traductores principales que participaron en su elaboración inicial: Casiodoro de Reina, quien publicó la primera versión completa en 1569, conocida como la Biblia del Oso, así como Cipriano de Valera, quien revisó la traducción y publicó una edición revisada en 1602.
La riqueza espiritual de estos salmos en la versión Reina Valera confirma por qué siguen siendo una parte esencial de la Biblia para tantas personas. Ya sea que necesitemos protección, esperanza, confianza o fortaleza, estos pasajes nos invitan a conectar con lo divino y encontrar paz en medio de cualquier situación.