¿Qué es una pareja sumergida? Las relaciones destinadas a terminar, según la psicología

Caras vemos, relaciones no sabemos. ¿No lo crees? Todas las parejas son diversas y los vínculos y dinámicas que las envuelven pueden enriquecerse con el tiempo o, por el contrario, desgastarse debido a desequilibrios emocionales y conductas negativas. Ante esto, la psicología ha detectado ciertas configuraciones entre las que destaca la "pareja sumergida", la cual, aunque muchos idealizan, suele estar destinada al fracaso. 

Este concepto se refiere a aquellas relaciones donde la individualidad de cada uno se diluye en un esfuerzo por fusionarse completamente con el otro. Suelen caracterizarse por tener un alto nivel de dependencia emocional, así como una falta de autonomía personal. 

Si bien inicialmente aquellos que forman parte de esta tendencia negativa pueden parecer gozar de una gran conexión emocional, con el paso del tiempo tienden a volverse insostenibles. ¿Cómo saber si estás en este tipo de relación y de qué manera puede afectarte? La psicología puede responderte. 

Características de una pareja sumergida

Saber si tú y tu persona especial son una pareja sumergida pueden ser complejo de descifrar, pero existen algunas características y patrones que pueden ser una señal de alerta. Por ejemplo, si alguno de los dos o ambos han perdido sus límites individuales, es la primera señal. Esto significa que han dejado de lado sus intereses, metas y necesidades personales. Además, tienden a experimentan una dependencia extrema tanto emocional como física, lo que no les permite funcionar de manera independiente. 

Otra forma de darte cuenta si estás en este tipo de relación es si existe una fuerte necesidad de aprobación y validación del otro, así como ausencia de espacios y tiempos personales, y dificultad por tomar decisiones son consultar a la pareja. Esta configuración, según la terapeuta y autora de Love by Design, Dra. Sara Nasserzadeh, puede llevar a patrones de comunicación disfuncionales como miedo a expresar desacuerdos por temor o crear conflicto o romper su armonía. 

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¿Cómo afecta tener una pareja sumergida?

En contexto con lo explicado por la Dra. Nasserzadeh, las consecuencias de estar en una pareja sumergida pueden afectar en el ámbito personal y relacional. En primer lugar, la pérdida de identidad puede generar sentimientos de baja autoestima, así como dependencia emocional. Mientras que esto, a su vez, da lugar a un desequilibrio de poder y falta te de reciprocidad emocional. 

Aunque este tipo de dinámicas son las que más se idealizan, lo cierto es que en la intimidad, estas actitudes tóxicas llevan a un aislamiento social desmedido, pues las personas tienden a priorizar su relación por encima de otras conexiones incluso amistosas o familiares. Además, uno o ambos entran a un clico de codependencia donde se vive un constante miedo a la separación. 

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¿Cómo dejar de ser una pareja sumergida?

Es importante destacar que una pareja sumergida, aunque puede estar destinada al fracaso, sí tiene opciones para salvar la relación; eso sí, con mucho trabajo consciente y en conjunto. El primer paso es reconocer el problema y estar dispuestos los dos a realizar cambios que fomenten la individualidad de cada uno. Esto consiste en establecer límites claros y saludables, dedicar tiempo a actividades solos, mantener amistades y tener pasatiempos. 

Otra clave es mantener una comunicación abierta y honesta, donde ambos expresen sus necesidades, expectativos y miedos sin sentir temor a ser juzgados o rechazados. También, es válido buscar apoyo externo como terapia individual o de pareja para identificar patrones disfuncionales y aprender nuevas formas de relacionarse. 

El amor no implica perder lo que eres, sino crecer juntos mientras cada uno conserva su esencia. Aunque en este momento puedas pensar que estas en una relación codependiente, estás a tiempo de poner las cartas sobre la mesa y pedir ayuda para comenzar a, juntos, construir una dinámica más equilibrada y fuerte.