Cuando se habla de alimentación saludable, uno de los debates más comunes gira en torno a la posibilidad de cenar fruta. Aunque todos reconocemos que es una opción nutritiva y ligera, lo cierto es que no siempre es la más adecuada, especialmente si se convierte en un hábito diario o si no se acompaña con otros nutrientes esenciales. ¿Cuáles son los pros y contras? ¡Te los contamos!
Los beneficios de cenar fruta en la noche
La nutricionista italiana Tiziana Stallone ofrece una visión equilibrada sobre cenar fruta, pues esta práctica, como muchas otras, puede tener tanto pros como contras. Sin embargo, esto dependerá de cada persona y del contexto de su alimentación general.
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Desde un enfoque nutricional, las frutas son una fuente valiosa de fibra, antioxidantes, vitaminas y agua. Por lo tanto, incluirlas en la cena puede aportar saciedad, mejorar la digestión y evitar cenas pesadas que dificultan el sueño. Entre las mejores opciones se encuentran las fresas, bayas, manzanas y kiwis. Esto, debido a su bajo contenido en azúcares.
¿Hay una hora ideal para comer fruta?
Ahora, ¿cenar fruta tiene contras? No realmente, ya que, incluso, tampoco hay una “hora mágica” para comerlas, pero es importante encontrar un equilibrio, así como tomar en cuenta las necesidades energéticas de cada persona a lo largo del día.
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Por ejemplo, si ya hemos cumplido con nuestros requerimientos de macronutrientes (proteínas, grasas saludables, carbohidratos) y buscamos una cena ligera, la fruta puede encajar bien, especialmente si se combina con una pequeña porción de proteínas o grasas saludables.
Sin embargo, la nutricionista Stallone advierte que puede no ser recomendable para personas con condiciones como diabetes, resistencia a la insulina, síndrome metabólico o problemas digestivos como intestino irritable.
Como ves, comer algunas frutas en la noche como cena no es ni bueno ni malo; todo depende de cómo se integran en la dieta diaria y del estado de salud de cada persona. Si se hace con moderación puedes encontrar muchos pros, pero si eres alguien que sufre alguna enfermedad mencionada, hay varios contras que debes tomar en cuenta.
En definitiva, la mejor decisión siempre será aquella que responda a nuestras necesidades individuales y se base en el principio del equilibrio.